Sardine
La amo, a toda ella, raspitas incluidas. Cinco horas de espera a la puerta del hospital pasando frío. Y luego, únicamente risas. Si eso no es amor...
De aquí y de allí. Seguramente ahora estoy en un país que adoro y me exaspera a partes iguales, en el que estoy un poco en casa pero donde soy también un poco extranjera. Siempre con la sonrisa y la paz, siempre adelante.