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Mostrando entradas de diciembre, 2007

La mejor manera de pasar el último día del año:

paseando contigo por la playa.

Mis propósitos para 2008

1. Dejar de perder aviones por tener el pasaporte caducado 2. Dejar de perder aviones por irme de juerga la noche anterior 3. Aprovechar el tiempo tan bien como Fran, o al menos un poquito mejor.

Morocco becomes Marock

Será cuestión de actitud, pero en 2008, let's rock it!

Les copains d'abord

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No salen en la foto pero en la soirée también estuvieron Angel y Spyros, y otras gentes del Master de mal vivir y mal beber a los que siempre es un placer ver: Catia y su chico, Julie, Fabia, Irene (gracias por las fotos!)...

Un día tendré tiempo y ganas

y entonces leeré lo que caiga en mis manos de Elias Canetti (o lo que, con su buen gusto y criterio habitual, me aconseje Cris); La vida sexual de Catherine M. , de Catherine Millet; La forja de un rebelde ; Historia , de Herodoto y Viajes con Herodoto, de Kapucinski; Contra el fanatismo , de Amos Oz y, definitivamente, Viajes por Marruecos , de Alí Bey.

L'Aïd (La fiesta del cordero)

Se confirma: en las veladas chez l'ambassadeur no hay Ferrero Rocher

La fiesta del 7º día

A los siete días del nacimiento de un bebé, en Marruecos, sus felices papás hacen una fiesta, con la familia y los amigos, en la que ponen nombre al peque. Para la celebración, como en las grandes ocasiones, se mata un cordero.

Mi colega Zakarias

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Que es del Barça y a mucha honra, que dice “piligroso” en vez de peligroso, que me dice que tengo acentazo español cuando hablo francés, que se queda hasta que nos tomamos la última birra aunque tenga que irse a casa a estudiar, que no me soluciona lo de Internet ni lo del móvil, que me da el té a la menta de Khadija aunque me auto-invite, que es más cotilla que todas las cosas, que a veces gana y a veces pierde puntos, que nos invita (o eso dice) a tomar el cuscús con uvas pasas y cebolla de su madre, que me enseña los nombres de las frutas para que mi verdulero no me eche la bronca porque aún no sé cómo se dicen en dariya, que me entretiene las mañana y las tardes, que nos enseña a bailar “a la marroquí”, que me da felicidad. Zakarias. Alubias rojas todos los días.

Una vida después

Leo y releo tu mensaje y me parece increíble que después de tanto tiempo consigamos seguir compartiendo trocitos furtivos de felicidad. La vida en cada boca tiene un sabor -dice Fito-...

Bien dans cette peau

Flota en el aire una fina capa de bienestar que se me ha pegado a la piel y me acompaña allá donde voy desde hace ya bastantes días. Después de mi última mutación voy sintiendo cómo se torna morena para adaptarse a este nuevo ecosistema. Me despierto con el sonido polifónico de la llamada a la oración al salir el sol y remoloneo entre las sábanas. No sé si había tenido antes tanta paz interior, lo que es seguro es que hace mucho que no dormía tan bien.