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Mostrando entradas de febrero, 2009

Mshiu

Ya lo conozco. El ritual de las despedidas, la nostalgia antes de partir, la sensación de estar en casa, en tu ciudad, en tu ambiente. La gente que conforma tu entorno dividiéndose en los que probablemente no vuelvas a ver nunca, los que de repente te encontrarás un día cualquiera –lejano- en otro contexto y te recordarán los buenos tiempos, los que has querido, los que quieres, los que te quieren, los que te llevas dentro, los que te llevan dentro. Me voy –lo sé porque tengo un billete de avión, las maletas llenas de cosas, preparo paquetes con lo que heredaré a cada uno de mis amigos, hago cenas de despedida, digo adiós, hasta pronto, inshallah - y sin embargo sé que seguiré aquí. Y esa sensación también me es familiar. Me voy de puntillas, despacito, sin querer irme. Me voy con la boca pequeña.

ASF (Amiguetes Sin Fronteras)

Esta mañana he respondido el mail de una amiga de un amigo que busca trabajo en cooperación. Después de una buena parrafada contando mis aventuras y desventuras en este campo me he dado cuenta de que he pintado un panorama bastante desolador. La sombra de la crisis es alargada y en cooperación al que no tiene padrino le cuesta dios y ayuda encontrar algo. Mi recomendación final ha sido, básicamente, que tenga fé en sus amigos. Yo, hamdoulah, en este sentido tengo mucha suerte. Hasta cuatro veces he recibido hoy desde distintos puntos del planeta una oferta, publicada en la biblia del cooperante: hacesfalta.org. Analizándolo (es lo que hace la gente que tiene tiempo, analiza, reflexiona, se toma zumos al sol en el 7eme art...) he llegado a la conclusión de que esto puede significar varias cosas: 1. Tus amigos te quieren y se preocupan por ti, eres afortunada. 2. La gente que dice que curra en realidad no curra, busca ofertas, eres afortunada porque buscar es tu principal trabajo

Para ir cogiendo ambiente...

Cerrando otro capítulo (todo pasa tan rápido...)

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Con ilusión, nervios y un nudo en el estómago afronto mis últimos días en Rabat. En las últimas tres semanas todo ha dado un giro radical: he encontrado un piso muy chulo en el centro que no me ha dado tiempo ni siquiera de amueblar y me veo ya haciendo las maletas para iniciar una nueva aventura. Algunos buenos amigos que me conocen bien me dirán que en realidad yo he sido muy feliz en todos los sitios en los que he vivido pero no sé qué tiene Marruecos que me ha atrapado la vida aquí. Me voy feliz. Feliz de poner un punto (que seguramente no será final) en esta etapa. Feliz por toda la gente con la que me he topado y que se han convertido en mi familia. Feliz por todo lo que he aprendido, profesional y personalmente. Feliz de haber tenido el lujo de estar rodeada de melones y melonas, con los momentos dulces y también los amargos. Feliz de pasear tranquila y serena por las calles de esta ciudad que será mía para siempre. Feliz de tomar zumos de naranja y fresa, de los tés en casa

Entre les murs

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Estos días los cinéfilos de Rabat nos hemos frotado las manos con la 18º edición de la Semana del Cine Europeo. Ocho películas, una por día, que suponen todo un lujo en una ciudad donde nos tenemos que conformar con ver una peli, marroquí, más o menos cada cuatro meses en el prácticamente único cine de la ciudad. De todas ellas, destaco sin dudar un instante Entre les murs , de Laurent Cantet, Palma de Oro en el último Festival de Cannes. La película, a medio camino entre el documental y la ficción, relata a la perfección lo que en la actualidad es, en muchos rincones de Francia, la enseñanza. Las dificultades a las que se enfrenta un profesor que realmente cree en sus alumnos y que apuesta con ellos están mostradas de una manera magistral: situaciones difíciles en clase, con los propios alumnos con los que al final no se sabe si se puede o no contar; problemas con el resto de profesores que ante las complicaciones se echan atrás; dificultades con la dirección del centro siempre a