Bajarse al moro

Dentro de dos semanas comienzo mi aventura marroquí. Nueve meses para descubrir el pulso de un país, su olor, sus colores y sabores, su tacto.

Mientras tanto, voy empaquetando mi vida madrileña para que no se me olvide nada de lo que he vivido aquí. Voy guardando en mi mochila, uno a uno y con esmero, los recuerdos, las risas, las copas de vino, las sensaciones, mis lugares preferidos, los paseos, las conversaciones. Intento recordar a todas las personas inesperadas que se han colado en mi vida y todas las situaciones que me han cautivado y que me han calentado un poquito el corazón en este delicioso caos que ha sido mi vida del último año.

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