Un lunes lluvioso

18h30. Hogar de Nadi Shorta. Un té a la menta, unos pastelitos de La Comedie, varios marlboros light. Llueve sin descanso desde hace cuatro días sobre Rabat.
La Mónica, la Houri y yo. Hablamos, reimos, compartimos nuestros pensamientos y nuestras vidas.

Yo también lo hago aquí, ahora. Por momentos como ese sigo aquí.

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