Historias de borracha en Dakar. Sobreviviendo. Toma I

Es difícil la originalidad. Intento pensar en cómo me siento y sólo me vienen a la mente frases de canciones que alguien ha cantado ya, que alguien ha vivido ya, que alguien ha sentido ya. Seguro que cada individuo puede aportar algo al conjunto de la humanidad pero ahora, sinceramente, no me veo capaz.

 

Últimamente veo pocas cosas de verdad a mi alrededor y esto, poco a poco, empieza a hacer mella en mi. Una, con el tiempo, se ha acostumbrado a construirse un caparazón que lo resista todo pero, francamente, hasta qué punto merece la pena tener que tragarse, -tener que tragar- con todo lo que consideramos importante en la vida?

 

De todas las cosas que he vivido en los últimos meses, lo que menos soporto es precisamente eso, la falta de realidad, una realidad en la que las relaciones son de pura supervivencia, de interés, almas ficticias. Y me está haciendo polvo, sin darme cuenta se me está instalando encima una poussière que no sé cómo me voy a sacar de encima, aunque lo intento.

 

Lo intento con todas mis fuerzas. Intento recordar cada momento que he vivido de verdad, cada persona a la que he querido con toda mi alma, cada segundo de mi vida que me gustaría rescatar una y mil veces. Y eso me da la fuerza para seguir adelante per,o a qué precio?

 

Muchas personas han pasado por mi vida en estos últimos años, en estos últimos países, en estos últimos trabajos, en estas últimas vidas que me he ido construyendo una tras otra intentando encontrar mi sitio. De algunas he aprendido mucho, a otras las he amado profundamente –o, en cualquier caso, lo mejor que he sabido-, y con otras he compartido cosas que harán que estén conmigo para siempre.

 

Y sin embargo, a pesar de toda esa mochila, a veces una no sabe cómo enfrentarse a las cosas, o nada es suficiente, o ningún sentimiento tiene sabor a chocolate blanco, ni a zumo de naranja y fresa, ni al último beso que me das por la mañana después de hacer el amor dulcemente antes de irte a trabajar sabiendo que yo me quedo remoloneando entre las sábanas.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Promis, craché… voici tes lignes en français

Amor en tiempos del coronavirus (I)