No creas que estoy muy triste...

Un poeta amigo mío me dijo una vez que el peso de un cuerpo desnudo puede modificar el equilibrio. Y es que en realidad el equilibrio es algo tan inestable... Hay cienes y cienes de cosas que pueden hacernos perderlo. Recuperarlo, en cambio, es bastante más complicado.

En estos últimos días, en que la arbitrariedad de alguna gente me ha comido las entrañas, me gustaría dedicar el premio de mi felicidad a Cris por sus noticias parisinas, a Pingui porque ella lo vale y a Yago porque aunque se ría de mi chaqueta fucsia hoy me ha propuesto un planazo para la vida.

Supongo, que al final, como decía Rosendo, todo es cuestión de maneras de vivir. Lo del equilibrio, digo.

PD. Chequita, always in my mind.

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